martes, 11 de noviembre de 2008

La nota de despedida

Me voy. Pero sabed que me llevo algunas cosas.

las ganas de reír Blanca… ¡me despierto todos los días a las ocho por su culpa! (o por la de Óscar, que es quien la hace reír).

la combinación de responsabilidad y salir a rumbear de Óscar… ¿cómo lo haces? ¿Java 6?

la tranquilidad de Pablo… en algún lugar le bajaron la velocidad


la voz de Monika… ya que lo que dice no lo entiendo.


lo rara que es Irene… que “rara” seguro que le parece un piropo.


la mirada de Teresa… como si viese perfectamente lo que estás pensando con un telescopio azul verdoso a 30.000 años luz de la Tierra (donde vive ella)


la palabra “rumbear” de Cristina… las lenguas son un tema interesante


la energía de Keith y Paul… ¿duermen?


María y su acento gallego, Paolo y sus cigarros perfectamente liados, Paola y su “¡basically!”, Marco, sus peces y su capacidad para aguantar a Paola; toda la gente que ha venido a las fiestas del Manor Villas Night Club (nuestra casa), quienes nos han visitado, sean gays o no (broma particular); Alona Rock, la casera más marchosa y con nombre de actriz porno que no nos quiere devolver el depósito; Declan, su sumiso marido policía-fontanero-albañil que nos arregló la ducha y desapareció para siempre; el antiguo asiento de madera para la taza del váter, con él redescubrimos el plástico blanco como paradigma de la higiene…


¡Volveré de visita!, me gustaría no sentirme como Joey... y espero que el nuevo no tenga la afición de observaros mientras dormís.

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