lunes, 20 de octubre de 2008

Sé lo que va a pasar

Creo que la época en la que tuve poderes fue entre 1991 y 1995. Por desgracia no dominaba muy bien la sorprendente habilidad que creía poseer. Lo que ocurría es lo siguiente. A veces estaba, por ejemplo, hablando con mis amigos y notaba una sensación extraña: de repente, todo me resultaba demasiado familiar, después, alguien pronunciaba una frase que se colaba por mi oído en dirección al cerebro y allí pretendía establecerse en un lugar ya ocupado… por ella misma. “¡Esto ya lo he vivido!” me decía a mi mismo increíblemente flipado.

Pero no podía quedarme ahí. Si estaba sucediendo algo repetido, quizá también podría saber lo que iba a ocurrir en los instantes siguientes. Era entonces cuando me concentraba, cerraba los ojos e intentaba adivinar qué iba a pasar. ¡Con entrenamiento lo podía lograr! En el futuro dominaría mi poder y me convertiría en el Oráculo del siglo XXI, la humanidad entera me conocería y la gente acudiría en masa a mi consultoría de adivinación de la Castellana. Ya no era necesario ser astronauta (mi plan original para ganarme la vida y que empezaba a darme demasiado respeto).

En fin, después me enteré, como seguro que ya sabéis todos –adultillos listillos- que lo que sentía era algo muy habitual y que hasta tenía nombre, como las piedras, las judías blancas y todas las cosas que existen gracias a que somos conscientes de ellas y les ponemos un nombre. Sí, lo que me pasaba era un Déjà vu.

El sesgo de falsa peculiaridad

¿Cómo afirman las personas ante sí mismas y ante los demás su peculiaridad, el hecho de ser un individuo único? En ciertos atributos es probable que la gente manifieste un efecto de falsa peculiaridad o individualidad (false uniqueness)(Marks, 1984). En general, el falso consenso es más típico que se observe cuando se juzgan opiniones y actitudes mientras que la falsa peculiaridad es más probable que se observe cuando se trata de juzgar cualidades positivas que uno considera muy importantes y cree poseer (Tesser, 1988). María Dolores Avia-María Luisa Sánchez Bernardos. Personalidad: aspectos cognitivos y sociales. Pirámide.

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